Reabren caso de Adolfo Gómez, el indígena tsotsil relacionado con el robo de Dylan y asesinado en el CERESO 5

Fotografía y texto: Marco A. Rangel

Tuxtla Gutiérrez (Ch24/7). La madrugada del 27 de julio de 2020, Adolfo Gómez Gómez fue encontrado suspendido de una soga al cuello en el interior de su celda del CERESO 5 ubicado en San Cristóbal de Las Casas.

Un mes antes, el indígena tsotsil de 57 años fue detenido, junto con su esposa Josefa Sánchez Gómez, por elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE). Ambos estaban acusados de liderar una banda de trata de personas y del plagio del niño Dylan Esaú Gómez Pérez, quien desapareció en el Mercado Público de San Cristóbal el martes 30 de junio de 2020.

Además de Adolfo Gómez y Josefa Sánchez, la FGE detuvo a otros familiares suyos y entregó a 23 menores de edad al DIF.

45 días después de que Adolfo Gómez perdiera la vida en condiciones sospechosas, el niño Dylan fue rescatado y devuelto a su madre. La investigación concluyó que ni Adolfo ni Josefina ni los demás integrantes de su familia tuvieron que ver con el secuestro del menor, como en un principio aseguró la FGE.

Josefina, los menores de edad y los demás familiares fueron puestos en libertad; sin embargo, las autoridades estatales aún aseguran que Adolfo se suicidó en su celda.

No obstante, la hija de Adolfo, Henereida Gómez Sánchez, y la abogada en derechos humanos Patricia Raciel Santos, comentaron en entrevista frente a Palacio de Gobierno que desde hace casi un año se reabrió la causa penal 262/2020 en el Juzgado de Chiapa de Corzo por el homicidio de Adolfo Gómez, en la que se acusa al ex director y al ex alcaide del CERESO 5 de Ejercicio Ilegal del Servicio Público, por la omisión de las personas que están bajo su custodia.

Recordó que los niños fueron liberados a través de un amparo. “La Fiscalía los tenía retenidos para usarlos en contra de las causas de sus madres (…) 34 personas afectadas directamente por una acusación injusta contra esta familia. Al abuelo Adolfo lo mataron en  la prisión y esto es irreparable”, dijo.

Raciel Santos aseguró que cuentan con un un peritaje criminalista de campo que señala que Adolfo fue asesinado, entre otras pruebas que apuntan a la tortura en contra del indígena tsotsil, y recordó que a la carpeta de investigación le faltaban nueve pruebas presentadas por la familia, como extorción y tortura.

“A Adolfo lo despertaban de madrugada para golpearlo, le metían la cabeza en el excusado y le preguntaban dónde está Dylan”, dijo.  

Por su parte, Gómez Sánchez dijo que cuentan con pruebas suficientes para contemplar la acusación en contra de ambos funcionarios por los delitos que se les imputan.

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