Un nuevo estudio revela que la civilización maya pudo haber superado los 16 millones de habitantes durante su apogeo

Un nuevo estudio liderado por Francisco Estrada-Belli, arqueólogo del Instituto de Investigación Mesoamericana de la Universidad de Tulane, en Luisiana, sugiere que la civilización maya era mucho más avanzada en recursos y organización social de lo que se creía hasta ahora

J. M. Sadurní / National Geographic

Vastas extensiones de bosque tropical de la península de Yucatán han permanecido en su mayor parte deshabitadas durante los últimos mil años. Esto ha representado para los investigadores una oportunidad única para documentar el modo en que, entre los años 300-900, la población maya se habría integrado de manera estable en la naturaleza, sin que estos asentameintos hubieran sido alterados por otros posteriores.

Al mismo tiempo, el acceso limitado a este paisaje devorado por la selva ha dificultado significativamente los estudios de asentamientos menores que no han podido ser tan bien documentados como las principales ciudades mayas, como Tikal o Palenque. Aunque, por fortuna, hoy en día, el mapeo con LiDAR ha proporcionado datos valiosísimos que han sido empleados para estudiar los antiguos asentamientos mayas a una escala hasta ahora inalcanzable.

Ahora, un nuevo y exhaustivo estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports por un equipo de arqueólogos, dirigido por el especialista en arqueología maya Francisco Estrada-Belli, ofrece una nueva visión acerca de esta enigmática civilización. El estudio sugiere que su población durante el período Clásico Tardío (600-900) podría haber alcanzado nada menos que los 16 millones de habitantes, aproximadamente un 45 % más de lo que se había calculado en estimaciones anteriores.

Ciudades interconectadas

El equipo de Francisco Estrada-Belli reprocesó y fusionó grupos de datos obtenidos por LiDAR, realizados tanto por instituciones públicas como con medios privados, con los datos LiDAR ambientales recopilados por el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA para cartografiar 95.000 kilómetros cuadrados de territorios que abarcan la actual Guatemala, el sur de México y el oeste de Belice.

Las imágenes de alta resolución obtenidas dejaron perplejos a los investigadores. Estas no solo mostraron una población mayor (entre 9,5 y 16 millones de personas) que la estimada previamente en un estudio realizado en 2018, sino que además revelaron un modelo muy uniforme de asentamientos y terrenos agrícolas, tanto en zonas rurales como urbanas.

Mapa del área de las Tierras Bajas Mayas Centrales que ha sido motivo del estudio.

“Esperábamos un aumento modesto en las estimaciones de población a partir de nuestro análisis LiDAR de 2018, pero observar un aumento del 45 % ha sido realmente sorprendente. Estos nuevos datos confirman la densidad de población y la organización social de las Tierras Bajas Mayas en su época de apogeo”, ha afirmado Estrada.

Asimismo, el actual estudio parece demostrar que, contrariamente a lo que se pensaba, los asentamientos rurales no estaban aislados, sino que la mayoría de los que han sido descubiertos ahora se encontraban en un radio de unos cinco kilómetros de centros cívico-ceremoniales controlados por las élites. Esto sugiere, según los investigadores, que la población rural disponía también de acceso a la mayoría de las actividades religiosas, económicas y políticas que se llevaban a cabo.

Dos imágenes obtenidas con LiD
AR de importantes centros ceremoniales mayas con una plaza central rodeada de viviendas y tierras de cultivo.

En vista de todas estas pruebas, los investigadores consideran que “ninguna comunidad rural podría considerarse aislada, desvinculada o independiente de las demás”. Los resultados también mostraron que las Tierras Bajas Mayas del norte estaban más urbanizadas y densamente pobladas de lo que se pensaba, lo que explicaría el aumento en el tamaño de la población estimada, pero aún así contaban con una vasta estructura agrícola.

“Estamos seguros de que estos hallazgos nos brindarán una imagen más clara de los patrones de asentamiento de los antiguos mayas. Ahora contamos con evidencias sólidas de que la sociedad maya estaba altamente estructurada, tanto en ciudades como en zonas rurales, y que era mucho más avanzada en recursos y organización social de lo que se creía hasta ahora”, ha declarado Estrada-Belli.

Para finalizar, el estudio presenta la imagen de una civilización que no era un simple conjunto de ciudades-estado independientes, sino un complejo entramado de asentamientos conectados entre sí que se extendían a lo largo de vastas áreas de selva tropical.

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