En Síntesis / La Estafa de 2020
Vinicio Portela
Como un auténtico mafioso el titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte, Aquiles Espinosa García, les arrebató las concesiones de la Ruta 1 y 2 a sus legítimos concesionarios y extinguió la Sociedad Mercantil Sistema de Transportes Urbanos de Tuxtla, S. A, de C. V., pues los 105 socios no aceptaron las amenazas del funcionario.
Aquiles, con la mano en la cintura, quería condicionar el pago de las deudas del Conejobus a los concesionarios del año 2020, aproximadamente 38 millones de pesos, y regalarles una Urvan a cada uno de ellos, con un costo total de 67 millones de pesos por los 105 vehículos, para que se olvidaran de sus concesiones y se fueran a otras rutas; pero, al no aceptarlo, el Secretario de Transporte de manera arbitraria quiebra la Sociedad y le entrega las concesiones de forma ilegal a las “Cooperativas” de Iván Camacho Zenteno, la Federación de Cooperativas de Transportes de Chiapas (Fecotrach) de Emilio Sánchez Selvas y Cooperativa Transportes Bonampak, para que brinden el servicio en las Rutas 1 y 2 de Tuxtla Gutiérrez, casi casi como piratas apadrinados.
Esta operación, completamente ilegal, es ahora auspiciada por el mismo titular de la Secretaría General de Gobierno Chiapas, Ismael Brito Mazariegos, quien nuevamente trata de burlar la ley y apoyando la ilegalidad de Aquiles Espinosa, nuevamente trata de presionar a los concesionarios de que acepten el trato de la Secretaría del Transporte, que no peleen sus concesiones, que se vayan a otras rutas y que poco a poquito les van a ir pagando su deuda.
Esta colusión de servidores públicos es un asunto por demás grave, pues evidencia una estrategia ambiciosa para quedarse con las concesiones de transporte público mejor remuneradas de Chiapas, pasar por encima de los derechos de los verdaderos concesionarios y en la completa opacidad que tienen para mover millones de pesos del erario sin que nadie diga nada.
De ese tamaño es la estafa de Brito y Aquiles.
