Abusos físicos y psicológicos en centro de rehabilitación continúan sin castigo
Fotografía y texto: Arnulfo Chuayffet
Tuxtla Gutiérrez (Ch24/7). Las denuncias por tortura física y psicológica en el centro de rehabilitación FEPAE, A.C. ubicado en esta capital volvieron a tener eco.
Ofelia, hermana de Julio César Espinosa González, uno de los pacientes de dicho centro de rehabilitación para enfermos alcohólicos, drogadictos y emocionales, señaló en entrevista frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) el reciente caso de abuso por el personal de dicho centro de rehabilitación.
Expuso que Julio César estuvo internado por 20 días hasta que la familia logró darse cuenta de los malos tratos en el centro de rehabilitación.
“Mi hermano salió muy dañado (…), enfermo de los riñones y más enfermo de diabetes”.
Dijo que Julio César era golpeado por los “padrinos” del lugar, no le daban sus medicamentos para la diabetes, comía mal y a deshoras, y que supuestamente recibía un vaso de agua no potable al día para beber.
Ofelia explicó que para ingresar a su hermano al centro de rehabilitación pagó 5 mil 800 pesos, así como también tuvo que costear un suero de mil 300 pesos, y que las mensualidades tienen un costo de 4 mil pesos.
Sin embargo, 20 días después, cuando la familia se dio cuenta de los malos tratos y del abuso que sufría Julio César, se decidió sacarlo del centro de rehabilitación. “Nos pidieron 12 mil pesos para que nos entregaran a mi hermano”, dijo.
Sostuvo que tanto Julio César como ella han sido objeto de amenazas de muerte por parte del encargado del centro de rehabilitación, identificado como Sandro Abel “N”.
Explicó que su familia ha gastado alrededor de 30 mil pesos para la recuperación de su hermano en un hospital y el costo de los medicamentos, por lo que denunciaron a FEPAE, A.C. en la FGE para que el centro de rehabilitación repare económicamente los daños.
Ofelia recordó el caso de la joven Monserrat Martínez, hoy ex paciente de este centro de rehabilitación, quien hace unos días denunció el ataque físico que tuvo que soportar con cuatro meses de embarazo por parte de un “padrino” identificado como Luis Eduardo L. P. Monserrat habría sido encerrada en un cuarto donde la golpearon. La agresión estuvo a punto de provocar un aborto.