Educación, el punto débil del sur
-El sur está mal conectado con el mundo y con el resto del país
Tuxtla Gutiérrez (El Estado). Los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero cuentan con el menor número de años promedio de escolaridad; al respecto, el grupo de especialistas México ¿Cómo Vamos? destacó que la falta de acceso a la educación de calidad empeora la situación en el sur e impide la movilidad social.
En dichas entidades, la población tiene, en promedio, menos de ocho años de escolaridad. En Chiapas, la población de 15 años y más que cuenta con al menos educación media superior es de 28.1 por ciento. En cuanto a la calidad de la educación, únicamente 14.7 por ciento de los alumnos de educación media superior cumplen con resultados buenos o excelentes en lenguaje y comunicación. En matemáticas este porcentaje es de apenas 3.8 puntos porcentuales.
“El sur está mal conectado con el mundo y con el resto del país. La infraestructura es poca y mala, lo que impide el aprovechamiento de las ventajas comparativas y la integración a las cadenas de valor. Hay pocas rutas aéreas y el acceso a centros turísticos es complicado. La falta de conectividad es un factor que explica el poco crecimiento del sur y la disparidad consecuente.”
En su mayoría los trabajadores en el sur del país no tienen acceso a un sistema de seguridad social por su situación laboral. En Oaxaca, Guerrero y Chiapas la informalidad rebasa 70 por ciento de la población ocupada. Al mismo tiempo, en Oaxaca y Guerrero es donde la tasa de desocupación es la menor del país, 1.2 y 1.3 del cien por ciento, respectivamente. Esta tasa no habla de las condiciones del empleo, pero sí captura la flexibilidad del mercado laboral. La desocupación ahí es tan baja porque la gente se ocupa donde puede, como puede, por el pago que sea, sin contar con ninguna prestación. No pueden mantenerse desocupados, que implica una búsqueda activa de empleo. Tienen que emplearse para poder subsistir.
“No sorprenderá tampoco que estos estados tengan la productividad más baja del país. Chiapas, Oaxaca, Tlaxcala, Estado de México y Guerrero tienen productividad menor a 100 pesos por hora trabajada. En Chiapas sólo es 77 pesos y se ha mantenido estancada por lo menos durante los últimos seis años. Las actividades que ahí se realizan son de poco valor agregado, independientemente del tiempo de trabajo.”
Los ingresos laborales en Chiapas y en Oaxaca son también los más bajos de México. En Chiapas ronda los mil 220 pesos per cápita al mes y en Oaxaca mil 267. Pero la pobreza y los bajos ingresos son sólo una cara de la moneda del desarrollo —o la falta del mismo— en el sur. No sólo son los estados donde se concentra la pobreza, sino también donde se observa la mayor desigualdad en ingresos. Chiapas, Oaxaca y Campeche son las entidades con la mayor desigualdad de ingresos laborales.
En el sur están los energéticos, se produce el petróleo y hay enormes reservas de gas. Pero es en el sur donde menos acceso a éstos existe. Ninguna economía puede prosperar sin acceso a energéticos. El potencial de energías renovables, particularmente la eólica, es enorme en el sur, sobre todo en Oaxaca, pero la subutilización es la norma.
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