Se cumplen dos años de la desaparicion de Uberlaín y Marco

La investigación continúa sin avances; no hay pistas, llamadas ni mensajes de extorsión

Christian González

Tuxtla Gutiérrez (Ch24/7). Este 26 de junio se cumplieron dos años de la desaparición de Uberlaín Aguilar de la Cruz y Marco Antonio Díaz Gómez, quienes salieron de la comunidad López Hernández, en Venustiano Carranza, Chiapas, rumbo a Pujiltic para hacer un mandado. Desde entonces, no hay pistas de su paradero.


Según Rosemberg Díaz Sántiz, hermano de Marco Antonio, no ha habido avances en la investigación: no hay pistas, llamadas ni mensajes de extorsión. Frente a la Fiscalía General del Estado (FGE), acompañado por familiares y compañeros de la Organización Campesina Emiliano Zapata–Región Carranza (OCEZ-RC), Rosemberg expresó su esperanza de que el nuevo gobierno sí los escuche.


“En el sexenio pasado nos dieron largas. Ya son dos años sin saber nada. Con esta nueva administración esperamos que nos ayuden a encontrarlos”, dijo.


EL ÚLTIMO RASTRO. La última vez que se les vio fue el 26 de junio de 2023, cuando abordaron una camioneta Nissan blanca rumbo a Pujiltic. A la altura de la comunidad El Cascajal, su rastro se perdió.

Versiones de pobladores afirman que hombres armados los interceptaron, pero nadie se atrevió a declarar más, por temor. En la zona opera el Cártel de Chiapas y Guatemala, ligado al CJNG.


“Creemos que fueron los criminales, pero no sabemos más”, lamenta Rosemberg, quien insiste en pedir apoyo al fiscal Jorge Luis Llaven Abarca.


DESAPARICIONES EN MÉXICO: UN PROBLEMA CRITICO. Luis Alonso Abarca González, del Comité de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, advierte que el fenómeno de desapariciones en México es alarmante, con más de 129 mil personas desaparecidas. Criticó la falta de voluntad del gobierno y señaló que, aunque en Chiapas la cifra oficial ronda las 1,400 personas desaparecidas, esta no refleja la realidad del estado.


En el caso de Uberlaín y Marco Antonio, denunció que desde agosto de 2023 no se han realizado acciones de búsqueda. La Fiscalía de Desaparición Forzada no rastreó sus teléfonos activos ni proporcionó copia de la carpeta de investigación, mientras que la Comisión Estatal de Búsqueda tampoco avanzó.
“Desde hace meses dejaron de buscarlos. Todo apunta a que algo se está ocultando”, concluyó Abarca.

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