Ensalada de grillos / Miel sobre hojuelas



Ciro Castillo

“… en efecto, fallaron los pronósticos, no nos peleamos”, soltó Andrés Manuel López Obrador, antes de sentarse a cenar con Donald Trump y un selecto grupo de empresarios mexicanos y estadounidenses, además de funcionarios.


Fue esta frase pronunciada por el tabasqueño en el penúltimo de los eventos de una gira de 24 horas, la que quizá resume lo sucedido en esta visita del mandatario mexicano a la Unión Americana, la primera en su sexenio.


Para aquellos que pensaban y pronosticaban que ambos mandatarios, uno republicano y otro morenista, podrían protagonizar un desaguisado, no sucedió así.


A pesar de un manojo de mexicanos que gritaron consignas a favor y en contra de AMLO, en los dos encuentros públicos, antecedidos por uno privado, los mandatarios de las dos naciones vecinas que comparten más de 3 mil kilómetros de frontera se lanzaron flores y elogios. Todo fue miel sobre hojuelas…


¿AMIGOS?


En el pronunciamiento conjunto del medio día, el más largo, Obrador y Trump fueron prudentes y evitaron tocar temas polémicos, como el muro fronterizo y la situación de millones de mexicanos que viven en Estados Unidos.


El que gobierna desde la Casa Blanca, el mismo que ha usado la barda fronteriza y el tema migratorio como herramientas de campaña, soltó hasta elogios para unos 36 millones de mexicanos e hijos de mexicanos que viven en su nación.


“Nos une el comercio, la historia, la familia, la fe. Estados Unidos alberga a 36 millones de ciudadanos mexicanoamericanos que fortalecen nuestras iglesias, nuestras comunidades y colorean todos los trazos de la vida de nuestra nación… son grandes hombres y mujeres comerciantes, conforman un gran porcentaje de propiedad de negocios.


Son sumamente exitosos, son como usted, grandes negociantes, grandes personas y seres honorables”, dijo ante un AMLO que luego le devolvería el piropo con creces.


Quién lo podía imaginar, Trump, el que hace unos cuantos días publicó fotos de la muralla fronteriza en Arizona vía Twitter y el que alguna vez llamó violadores a los inmigrantes mexicanos, se comportó y hasta nos considera sus aliados.


“Abraham Lincoln y Benito Juárez, se tenían gran estima, eran grandes amigos”, remató. ¿Amigos?


LLUVIA DE ELOGIOS


Como para estar a la altura de los halagos, Obrador, quien siempre que se refiere a Donald Trump utiliza la diplomacia, se volcó en una lluvia de elogios que, para algunos eran innecesarios.


Después de una primera parte de su discurso en la que hizo énfasis en los alcances que tendrá el nuevo T-MEC, por ejemplo, en materia laboral, cerró con muchas flores para el magnate que, bien portadito, no dejó de tener ese airecito de grandeza y supremacía.


“… durante mi mandato como presidente de México, en vez de agravios hacia mi persona y, lo que estimo más importante, hacia mi país, hemos recibido de usted comprensión y respeto”, expresó AMLO.


“Pero lo que más aprecio es que usted nunca ha buscado imponernos nada que viole o vulnere nuestra soberanía.


Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso estoy aquí, para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto, nos ha tratado como lo que somos: un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano”, soltó el fundador de Morena, para luego cerrar con vivas para EUA, Canadá, América y, por supuesto, México. Miel sobre hojuelas…

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