Opinión / Enoc en la Unach
Sarelly Martínez Mendoza
De entre los 23 aspirantes a dirigir la Universidad Autónoma de Chiapas para el periodo 2018-2022 llama la atención que el único político sea Enoc Hernández Cruz, y también que despierte un rechazo generalizado y creciente de la comunidad universitaria.
Aunque Enoc es la apuesta de Manuel Velasco Coello para que dirija la universidad más importante de Chiapas, sería un mal inicio para la nueva administración que el gobernador electo respaldara esa decisión y que la junta de gobierno la materializara.
Sin embargo, hemos visto tantas sorpresas a lo largo de este sexenio, que bien podría despedirse con un despropósito mayúsculo, pero eso significaría echar gasolina a nuestra institución que ha mantenido su estabilidad en los últimos 25 años.
Hay una resistencia generalizada de investigadores, profesores, estudiantes y administrativos en contra de que un político dirija la universidad. Por eso, miembros del gabinete que pensaban saltar a la rectoría, como Juan Carlos Gómez Aranda, Plácido Morales Vázquez y José Antonio Molina Farro, decidieron mantenerse en el carril gubernamental.
Los académicos y los políticos tiran hacia territorios separados, en especial los políticos chiapanecos de la generación de Enoc Hernández, que se han hecho en el reparto de halagos, en la parafernalia, ágrafos la mayoría, impermeables a las letras, y hasta, a la decencia.
La comunidad universitaria, a través de manifestaciones como la que hoy lunes 26 de noviembre se realizará a las diez de la mañana en el Monumento al Libro, presiona a la junta de gobierno para que el rector o la rectora que designe pertenezca a la lista de 22 académicos que se registraron como aspirantes a dirigir la universidad.
Sería una decisión sensata de la junta de gobierno asumir esa propuesta, en estos tiempos de cambios en que un desliz nos puede llevar al desbarrancadero.
Es deber de los unachenses proteger a la Universidad de personajes que han demeritado la política, y que ven en la Colina un botín para sus caprichos y el impulso de sus carreras públicas.
A más tardar el 3 de diciembre, la junta de gobierno debe de elegir de esta lista de académicos, que encabeza Ariosto de los Santos Cruz, por ser el primero en registrarse, seguido en ese orden por Carlos Rincón Ramírez, María Eugenia Culebro Mandujano, Francisco Erik Laguna Vázquez, Ernesto Ávila Gutiérrez, Leticia del Carmen Flores Alfaro, Miguel Ángel Yáñez Mijangos, Jesús Antonio Muñoa Coutiño, Laureano Eliseo Rodríguez Ortiz, María del Carmen Vázquez Velasco, Andrés Otilio Gómez Téllez, Edelma Elena Alfonso May, Víctor Fabián Rumaya Farrera, Manuel de Jesús Moguel Liévano, Gonzalo Vázquez Natarén, Julio Ismael Camacho Solís, Fernando Álvarez Simán, Jorge López Arévalo, Francisco Enríquez Castillo, Luis Ernesto Morán Villatoro, Juan González Esponda y Carlos Faustino Natarén Nandayapa.
Esperemos que la inscripción de Enoc Hernández sea solo una anécdota en este proceso de auscultación, y que siga con sus proyectos políticos-académicos, porque se ha propuesto seriamente convertirse en rector de alguna universidad. En su mira está la Unicach, en donde organizó recientemente al Sindicato de Trabajadores Administrativos para protestar y, colocar, al final de la negociación, a dos integrantes de su equipo de avanzada: a la secretaria académica y al secretario general.
Si aterriza por aquellos campus, de la Politécnica o de la Intercultural, sería un grave problema para la educación en Chiapas, pero también sería responsabilidad de la comunidad universitaria por permitírselo. En la Unach, la respuesta de las académicas es de rechazo porque Enoc encarna las características más definitorias del actual gobierno, en donde ha sido colaborador de primer nivel, como son el oportunismo, el reparto desmedido de halagos a sus superiores y la ineficiencia.