Código Nucú / Rumbo tricolor

César Trujillo

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) debe apostar a la unidad. Esa es su única carta segura si quiere aspirar a algo en 2021 y hacer un buen papel en 2024. No puede darse lujos de mostrarse fragmentado o selectivo en cuanto a grupos. No ahora. No en estos tiempos que el mismo sistema de partidos se encuentra en crisis. Debe apostar a la institucionalidad que en sus mejores años le sirvió para mantenerse en el poder. O es eso o es nada.

Y aquí coincido con el maestro Ruperto Portela cuando evoca en sus análisis a la vieja guardia priista y su importancia. No estoy señalando, ojo, que se deje de lado a los jóvenes, al contrario, creo que ese ímpetu y esa frescura le son necesarios a todos los colores, y creo que la juventud puede imprimir al tricolor otro rostro. Pero debemos señalar que si requieren recuperar al partido en sí, deben escuchar a los viejos cuadros. Sobre todo de aquellos que supieron construir la militancia, que han recorrido todos los puestos, y que formaron, desde las bases, las estructuras para poder enfrentar a sus adversarios.

Por ello la llegada de Rubén Zuarth Esquinca a la dirigencia estatal en Chiapas mantiene en vilo a varios priistas y las lecturas asoman en uno y otro muro de las redes sociales. Algunas acertadas y otras no tanto. Quizá porque en el fondo, como señalan los viejos lobos del tricolor, en política todos servimos a alguien. Es ahí donde los intereses juegan y se tuercen los hilos que pueden ser favorables, o bien, que pueden terminar colocando los últimos clavos a los cajones. 

Y es aquí, claro, donde una interrogante me surge más allá del discurso institucional que manejan los líderes sobre el bienestar de sus partidos, y es simple ¿a qué intereses sirve realmente Zuarth Esquinca? Porque creer que su llegada es fortuita y obra de las casualidades es una inocentada, como decía mi abuelo cuando buscábamos sacarle la vuelta a algún tema que ya conocía. 

Lo pregunto porque algunos siguen vinculando directamente al ahora presidente del PRI en Chiapas con el excandidato a la gubernatura Roberto Albores Gleason, advirtiendo que con su llegada el tricolor huele a azufre. Yo lo dudo. Supongo que existe aún una buena relación de amistad entre ambos y cuando digo que lo dudo es porque hay un marcado distanciamiento político (no importa que salgan y digan que no es así, que son amigos, que me equivoco, pero hay cosas que entre líneas se pueden palpar de lejos).

Y lo digo porque hay otras voces más prudentes que apenas, entre murmullos, han referido que los intereses no van por el sendero comiteco de los Albores, sino que la amistad con un empresario chiapaneco, más la relación con los senadores Eduardo Ramírez y Manuel Velasco Coello, forjaron aún más la cercanía con el líder nacional Alejandro Moreno y operaron políticamente para que este cambio sorpresivo se diera en el PRI en la entidad. 

Mientras son peras o manzanas, a Rubén Zuarth Esquinca le toca dirigir el barco tricolor en el 2021. Ya está ahí y se pondrá en juego su capacidad conciliadora y de liderazgo para unir lo que hace tiempo se rompió por calenturas personales. A Zuarth le toca sentar los intereses particulares de quienes suspiran con algún puesto de elección y canalizarlos en intereses para el partido. Nada fácil el reto que le toca, por cierto. 

El PRI requiere que todos caminen en la misma dirección y la prudencia de Julián Nazar muestra que es así. Saben que cualquier viento que sople hacia otro rumbo les puede costar caro y creo que lo tienen presente. El mismo Roberto Domínguez Castellanos lo expuso en su participación al advertir que esperaba que al PRI no le ganara la soberbia, y yo agregaría las vísceras. Es decir, esperamos que usen el cerebro antes que el estómago porque los resultados de uno y otro son abismales.

Hoy el PRI aparece como tercero con 14 gobiernos municipales de los que existen en Chiapas debajo del Verde y de Morena. Tres años atrás el tricolor tenía 27 presidentes municipales y era la segunda fuerza detrás de la coalición PVEM-Panal. Es decir, perdió casi el 50 por ciento de los ayuntamientos en tres años. Esto debería servirles para abrir una mesa de análisis y discutir qué pasó, qué errores cometieron y cómo van a recuperarse.

La respuesta a esas interrogantes es simple. Se olvidaron de formar cuadros jóvenes y polarizaron los sueños a las formas individuales. Ese jaloneo, esa falta de tener activos a los comités municipales desde el 2012, error que cargará en hombros siempre Albores Gleason, les pasó las facturas necesarias. Eso también lo saben.

E incluso podríamos argumentar que la ola lopezobradorista jugó un papel importante en 2018, y sí, así fue, sin embargo, hoy es diferente y todos los partidos deberían estar canalizando los errores de sus oponentes, construyendo desde las bases para tener con qué enfrentar lo que viene.

En Chiapas el PRI está obligado a recuperar los municipios que en el 2015 perdió. Está obligado por quienes aún creen en él, por los hombres y mujeres que llevan años caminando bajo esos colores. Será un ejercicio democrático sano el ver a los institutos en la contienda, pero para que lleguen y den batalla requieren activarse de inmediato y  apostar a la unidad. Es una fórmula simple que aplica para todos los colores. Sobre todo para Morena que se ha enfrascado en un desgaste interno que en nada le va a beneficiar.  

#Manjar El jueves pasado la diputada Nairobi Ojeda del Partido del Trabajo señaló que teme por su vida y la de su familia. Este aviso debe ser tomado con toda la responsabilidad que exige el tema. Seguramente omitió el nombre de quien o quienes la amenazaron para no entorpecer la investigación y seguramente ésta ya se encuentra en curso para poner un alto al o los violentadores que han atentado contra la integridad de la legisladora. Ojalá las autoridades tomen cartas en el asunto. Es increíble que algunos personajes sientan que viven aún en el siglo pasado. Ojalá los alcance el brazo de la ley y se les exhiba como los imbéciles que son. #NuestraSolidaridad  “asilo bajo mis huellas todo este día / sus sordas francachelas mientras la carne cae / hendiendo sin temor ni  viento favorable / guantílopes del sentido y el absurdo transcurren / tomados por los gusanos por lo que en verdad son”. Samuel Beckett. #ElPoema // La recomendación de hoy: el libro Dispara a todo lo que se mueva de Nick Turse y el disco Hysteria de Def Leppard. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor que hacer, póngase a leer.  

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

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Fotografía: Marco A. Rangel

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