Denuncian otra negligencia médica en el IMSS “5 de Mayo”
Fotografía: Argenis Esquipulas
A. Chávez
Tuxtla Gutiérrez (Ch24/7). Yolanda e Isabel, abuela y madre de Berenice, una niña que desde su nacimiento lucha contra una enfermedad degenerativa, denunciaron públicamente la negligencia médica que sufrieron la madrugada del lunes en el IMSS “5 de Mayo”, en la capital chiapaneca, luego de ser echadas de la clínica por un galeno que quiso poner en riesgo la vida de la pequeña.
Yolanda mencionó que desde hace 10 años llevan a la niña a consulta, debido a que nació con Mucopolisacaridosis (un grupo de enfermedades metabólicas hereditarias causadas por la ausencia o el mal funcionamiento de ciertas enzimas), pero que de madrugada fueron objeto de burlas y negligencia por parte de un médico general, a quien conocen con los apellidos de Aquino Hernández.
La noche del domingo, Berenice presentó una complicación, por lo que fue subida por sus familiares a un taxi y trasladada de prisa a la señalada clínica.
A su arribo, enfermeras recibieron en el área de urgencias a la niña y revisaron su historial clínico. Minutos después, el médico Aquino Hernández hizo acto de presencia, iniciaba su guardia.
De acuerdo con la denuncia, el galeno no valoró adecuadamente a la niña, tampoco hubo especialistas médicos, y decidió que Berenice fuera intubada, lo que ponía en riesgo su vida.
Y es que, días atrás, la menor fue intubada por otro médico y esto afectó gravemente la salud de la menor, al grado de dejarla sin poder hablar y sin apetito.
La experiencia puso en alerta a los familiares y exigieron al médico Aquino Hernández declinara en sus intenciones. De hecho, esa noche de domingo Isabel firmó una responsiva con la médico de la guardia anterior, para que su hija no fuera intubada.
Sin embargo, Aquino Hernández insistió en el procedimiento y al explicarle nuevamente lo sucedido días atrás con la niña, empezaron las burlas: “¿No quiere que la intube?, nos vemos en los memes del Face”, soltó el galeno.
Delante de la menor, Aquino Hernández le dijo a los familiares que los niños con esta enfermedad no duran mucho tiempo con vida. La niña, quien entiende a la perfección el español, presentó una crisis nerviosa y empezó a quitarse la intravenosa, un miedo la envolvió al escuchar que su vida pronto llegaría a su fin.
Mientras la menor era tranquilizada por sus familiares, Aquino Hernández exigió que salieran de la clínica, en ese momento el reloj marcaba minutos después de las 02.00 horas.
“Nos tuvimos que ir. Gracias a Dios no estaba lloviendo”, dijo Yolanda.
Los familiares mencionaron que desde hace cuatro años la niña no es atendida por especialistas médicos. “Nadie la quiere atender”, dijo Isabel.
La madre trabaja en una tienda de abarrotes, la abuela es ama de casa.
Con información de Argenis Esquipulas
